El presidente del INAC aseguró que “hay que tener esperanza” en que el gobierno va a atender asuntos que han relegado a la competitividad
Fernando Mattos en Expo Prado 2020.
En casi siete meses de la nueva gestión del Instituto Nacional de Carnes (INAC) su presidente, Fernando Mattos, sostuvo que hubo que “atender la emergencia de la industria y los mercados” y posponer y repensar el plan inicial.
En diálogo con Rurales El País, Mattos expresó que los problemas de competitividad de Uruguay parten de larga data, aunque sostuvo que hoy hay una postura “muy distinta por parte del gobierno”.
“Hemos escuchado a la ministro Economía, Azucena Arbeleche; y al director de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto, Isaac Alfie; y son posturas que apuntan a tratar de corregir desequilibrios que existen en materia de competitividad. Tanto en el tipo de cambio, como en las tarifas públicas y en las cuentas fiscales”, explicó.
En ese sentido, aseguró que “hay que tener esperanza” en que el gobierno va a atender estos asuntos.
Según dijo, Uruguay corre con la ventaja de tener una situación más equilibrada desde el punto de vista económico, aunque ha perdido terreno en lo que hace a la competitividad por el tipo de cambio real.
“La ventaja es que las autoridades económicas son plenamente conscientes y están manejando una situación fiscal heredada de 5% de déficit y un 10% de desempleo. Hoy con la necesidad de incrementar el gasto para enfrentar la pandemia y los efectos sociales es claro que hubo que reordenar”, comentó.
Faena. Teniendo en cuenta que se ha faenado un 18% menos respecto a 2019, Mattos sostuvo que la tendencia es a una recuperación, pero que “difícilmente” se llegue a 1,9 millones cabezas faenadas.
“Entiendo que van a haber condiciones de sostener un stock donde se pueda converger hacia una faena de 2 millones y ojalá podamos generar las señales a efecto de que los 3 millones sea un objetivo para la próxima década”, dijo.
En tanto, opinó que la demanda internacional “sigue muy activa” y que el país tiene condiciones de diferenciación, aunque ha perdido la ventaja sanitaria dado que los demás competidores han progresado hacia el nivel de Uruguay.
“Quedan pocos mercados a los cuales accedemos y que los competidores no accedan. Tenemos que jugar otro partido estratégicamente, trabajar en el aspecto de la reducción de aranceles. Casi el 80% del volumen exportado para algún tipo de tributo”, concluyó.
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