La Asociación Rural del Uruguay (ARU) manifestó su “coincidencia y respaldo” a la sugerencia del Poder Ejecutivo de adelantar y aplicar a los salarios los correctivos por inflación real al 30 de junio del presente año, más allá de lo ya convenido en los acuerdos salariales vigentes. La decisión estuvo ambientada también en la escalada inflacionaria global que inevitablemente afecta a Uruguay.
A través de un comunicado, al que tuvo acceso El País, la gremial de productores señaló que los acuerdos salariales vigentes celebrados en la 9ª ronda de negociación (Grupo 22) de diciembre de 2021, establecen que “necesariamente deberá realizarse un ajuste del 3.6% (2% por inflación esperada y 1,6% de recuperación salarial) a partir del 1º de julio próximo”.
“En acuerdo con la sugerencia del Poder Ejecutivo, previo a la aplicación del ajuste antes mencionado, los salarios vigentes deberían ser corregidos según los mayores valores de inflación no previstos para el período considerado, cuyo valor es aún incierto”, dice el documento de la ARU.
En ese sentido, se propuso a los productores rurales –en función de las posibilidades de su rubro y realidad productiva– incluir a partir de la próxima liquidación de haberes correspondiente al mes en curso –abril 2022– una partida que surja de la aplicación del ajuste del 3,6% sobre los salarios vigentes como adelanto a cuenta de la indexación final, cuyo valor se conocerá durante el mes de julio.