El Caballo Criollo ha tenido, a lo largo del tiempo, una estrecha vinculación con el proceso histórico de formación y desarrollo del país.
Gracias a él, los aborígenes nómades de la región se transformaron en grandes jinetes y fue elemento esencial para la caza y el combate. Fue también pieza primordial en la gesta emancipadora nacional y fue instrumento imprescindible en el desarrollo de nuestro país rural, siendo motor fundamental en nuestra economía ganadera, agrícola y manufacturera del siglo XVIII y XIX. Fue factor básico en la aparición del gaucho, protagonista principal de nuestro país rural y fue su fiel compañero a lo largo de la historia.
Esta vinculación con el gaucho hizo que en el proceso de creación de nuestra identidad como país, apareciera como protagonista principal en nuestra cultura nacional. Lo vemos en la música, folklore, pintura y literatura, acompañando al gaucho y formando junto a él , un elemento esencial en nuestra cultura popular.
Es por todo lo antes dicho que el gobierno nacional, el 18 de noviembre de 2004, declaró al Caballo Criollo Patrimonio Cultural Intangible del Uruguay.