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Optimismo para la soja: buen precio y Niña débil

En Expo Prado se realizó la conferencia “La soja: el clima y los mercados. ¿Cómo se pueden disminuir los riesgos?”

Conferencia Agrícola
El panorama mejora: una demanda creciente y un aumento en el poder adquisitivo de buena parte de nuestros clientes auguran una interesante intención de adquirir nuestra soja
Juan Manuel Ramos

En el marco de la Expo Prado 2021, Rurales El País en conjunto con radio Carve y la Asociación Rural del Uruguay realizó la conferencia “La soja: el clima y los mercados. ¿Cómo se pueden disminuir los riesgos?” El panorama mejora: una demanda creciente y un aumento en el poder adquisitivo de buena parte de nuestros clientes auguran una interesante intención de adquirir nuestra soja. En tiempos donde la rotación de cultivos entre sí y con pasturas es una realidad que empuja la producción y baja riesgos, la mira está puesta en esos picos por encima de US$ 500 que se podrían tener en febrero o marzo del próximo año, pudiendo aprovecharlos con kilos de soja.

Con una intención de siembra superior al millón de hectáreas en Uruguay, buena parte de la expectativa para los productores de soja está puesta en saber de forma probabilística cómo se puede comportar el clima de cara a los meses de primavera y principios de verano, y qué es lo que puede pasar con los precios de la oleaginosa.

“El productor no tiene todos los grados de libertad”, pero en este tiempo aprendimos que se “pueden ir ajustando perillas”, comenzó diciendo el Ing. Agr. Walter Baethgen, vicepresidente del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria.

Con buena información, el sector productivo puede prepararse para tomar posición de cara a lo que suceda fuera del establecimiento, o aquellas variables que no se pueden controlar.

Luego de un verano muy complicado por el déficit hídrico, que tiró al piso de forma importante los rendimientos de la soja en muchas partes del territorio nacional, el productor se plantea la posibilidad de agrandar o no su área agrícola, aún sin hablar de precios.

Uruguay puede estimar lo que va a suceder con las lluvias de aquí a los próximos tres meses porque lo impacta el fenómeno del Niño, que responde fundamentalmente a la temperatura del agua del Pacífico Tropical, en la zona de Perú y con dirección a Australia.

En los años en los que la temperatura del agua es más caliente, se menciona que es Niño y se esperan más lluvias para esta zona del continente. En aquellos que es más fría, se lo denomina Niña y puede llover menos.

“Para este año es probable que sea Niña”, expresó Baethgen, “pero puede formarse un frente frío que choca con un frente cálido y llueve, o tener tormentas de verano”.

Por este motivo, no es posible asegurar que haya una sequía, sino que se estima lo que puede pasar.

“Por favor no les hagan caso a aquellos que predicen cuánto va a llover en tanto tiempo en determinado lugar”, porque “eso no es científicamente posible a no ser que sean magos”, ironizó Baethgen, quien alentó al productor a no recortar las producciones por estas predicciones, pero sí tomar recaudos.

El otro aspecto importante para analizar, es el escenario a nivel mundial que determina el precio de los commodities.

Al respecto, el Lic. Enrique Erize, presidente de la Consultora Nóvitas de Argentina hizo algunas menciones de valor.

Para el 2024, el FMI y el Banco Mundial prevén que China supere a Estados Unidos y se coloque como principal potencia económica mundial, encontrando además en ese top cinco a tres países asiáticos también como India, Japón e Indonesia.

Al día de hoy, China es el principal socio comercial del 75% de los países del mundo, por eso “aplaudo y envidio” la intención de Uruguay de firmar un TLC con China, expresó Erize.

En lo que tiene que ver con el comportamiento del precio de la soja en el último tiempo, hay que recordar que se pasó de una oleaginosa que oscilaba los US$ 300 a tener picos casi de US$ 600, y es importante aclarar que este rally de precios no fue por una crisis en la oferta como sí fueron los anteriores, sino por un estallido en la demanda. Al día de hoy además, los stocks de soja a nivel mundial son muy escasos.

¿Este nivel de precios es sustentable? “Hay fundamentos alcistas”, manifestó el presidente de Nóvitas.

Las reservas mundiales están cayendo porque está aumentando el consumo en general, aún considerando que las últimas cinco cosechas fueron las mejores cinco cosechas de la historia a nivel mundial.

Se está formando un bloque geopolítico que comprende a China, a 10 países del sudeste asiático, a Japón, a Corea del Sur, a Australia y a Nueva Zelanda que contienen el 30% del PBI mundial, y están creciendo en su demanda a paso firme.

El 60% de la soja que se consume a nivel mundial es importada y, a su vez, el 70% de la soja que se suministra en el mundo proviene de la cosecha sudamericana, principalmente de Argentina y Brasil, y en menor medida de Uruguay, Paraguay y Bolivia.

A su vez, en China está creciendo la clase media y la clase alta, entonces se gasta más dinero en comer. Esta escalada en el poder adquisitivo aumenta el consumo de carne como producto de destaque, y esto acarrea consigo la demanda por soja, trigo y maíz, entre otros.

En el corto plazo los precios en Chicago son manejados por los fondos de inversión que operan en los mercados, pero a la larga triunfan los fundamentos, que afortunadamente hoy son alcistas.

Por todo lo mencionado, “si tuviera que jugarme a un escenario para febrero o marzo del 2022, veo una soja arriba de los US$ 500”, concluyó el Lic. Erize, “pero hay que tener mucha atención a los FOB de Argentina”.

Rotaciones y diversificación

Buena parte de la sustentabilidad de los distintos esquemas productivos, tanto agronómicamente como económica y financieramente, está basada en generar una rotación acorde que permita cuidar el suelo y diversificar los riesgos.

Hace ya algunas zafras, en especial la última, con producciones récord en trigo y cebada y precios altos para la colza, que los cultivos de invierno son una realidad que empuja en muchos campos del país.

Estos cultivos tienen un enorme espacio para crecer por demanda de agua. “Nosotros debemos usar la mayor cantidad de agua posible en tiempo real. Para ello tenemos que aprovechar las lluvias teniendo algo que crezca, y a mí lo que más me gusta que crece es producir granos que dejan rastrojo para el campo y producción para vender”, comenzó diciendo el Ing. Agr. Marcos Guigou, productor agropecuario del litoral del país.

En el este de Uruguay, casi el 40% de la soja que se cultiva se hace en esquemas de rotación con arroz.

Esto ya venía sucediendo por los beneficios agronómicos cuando la oleaginosa estaba a US$ 300, ahora que cotiza casi un 50% por encima se aprovecha aún más. El primer cultivo deja un buen rastrojo para el arroz y requiere una inversión por hectárea mucho menor.

“La soja le aporta nitrógeno al arroz y a su vez el rastrojo de arroz le deja casi 7.000 kg de materia seca a la soja siguiente” explica el Ing. Agr. Federico Gigena, productor agropecuario de Treinta y Tres, quien puso especial énfasis en la sustentabilidad ambiental.

Uruguay es un país ganadero, pero la zona centro del país, con la expansión agrícola que intermitentemente hemos experimentado, ha tendido a tener una producción casi en partes iguales de pasturas y cultivos, ya sean de verano o invierno.

En algunos momentos, los puentes verdes con uso pastoril se dieron porque los números estaban muy justos y no se podían cargar todos los costos a una soja de US$ 300.

En las últimas campañas, se ha sumado la colza como una opción de invierno muy interesante a las ya conocidas de trigo y cebada.

“Hoy tenemos un 75% de nuestra superficie agrícola con doble cultivo”, expresa el Ing. Agr. Nicolás Martínez, productor agropecuario de Flores, quien agrega que los cultivos de invierno han quitado lugar a los puentes verdes, pero estos puentes verdes hoy son fundamentales para una soja de primera, aparte de los necesarios descansos que hay que hacer “cada cuatro o cinco años”.

Finalmente, los requerimientos para cultivos que producen 6.000 kilos son cada vez mayores, y hay que considerar que los suelos de nuestro país forman un mosaico que hace que en poca distancia ya difieran unos de otros.

La fertilización variable y el conocimiento de los ambientes es fundamental, explicó Guigou.

“Debemos entender dónde hay zonas buenas y dónde hay zonas malas, para ajustar costos y aplicar lo necesario por lugar considerando también el cuidado ambiental”, y agregó que la fertilización variable es de las herramientas más interesantes que ha visto en la agricultura desde la siembra directa.

Seguros

Hay dos tipos de seguros que permiten al productor estabilizar sus números. El seguro productivo más firme es poder regar los cultivos y minimizar el impacto si viene seco.

En el establecimiento de Gigena se está avanzando en la geonivelación con pendiente controlada, que es una nueva tecnología que permite también mejorar el suelo mediante un mínimo movimiento de tierras y hacer un riego más uniforme y profesional.

“En nuestro caso, estamos regando un 40% de nuestros cultivos y nos ha permitido levantar el piso productivo”, remató Gigena. En el caso de los seguros de rendimiento, Martínez hace más de seis años que los utiliza en su empresa.

La zafra pasada, con el golpe del déficit hídrico, configurando un riesgo difícil de manejar, el seguro de sequía fue fundamental, ya que en producciones que se hacen en un 80% de campo arrendado tener un crecimiento grande en riego es difícil, porque requiere una especial alineación entre arrendatario y propietario.

“El desafío de las aseguradoras es pulir un modelo que sea replicable”, enfatizó Martínez, porque esto “da solidez a las empresas familiares que producen a cielo abierto”.

Apoyaron: Tranquera, Sura, Agrofuturo, Basf, Corporación de Maquinaria, Cibeles, MegaAgro, Interagrovial, Lage y Cía y Calvase.

Erize: “A la larga son los fundamentos que triunfan”

En cuanto al escenario internacional, a diferencia de todos los anteriores, el rally de precios de la última zafra que llevó una soja de US$ 300 a picos de US$ 600 no se argumentó en una crisis de oferta, sino en un estallido de la demanda que puede continuar.

China está creciendo en su clase media y alta, lo cual repercute en su poder adquisitivo y por ende impacta en la demanda hacia nuestros productos. En cuanto a Chicago, el corto y mediano plazo lo pueden manejar los fondos de inversión, especulando con los stocks existentes y las predicciones del USDA, pero a la larga triunfan los fundamentos que afortunadamente hoy son alcistas.

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