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Inversión en maquinaria y repuestos continúa firme

Situación logística internacional mejoró, pero no se ha normalizado

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El sector agropecuario uruguayo ha experimentado una mejora considerable en sus números de hace un buen tiempo a esta parte. Algunos efectos referidos a la seguridad alimentaria luego del primer golpe fuerte de la pandemia, la sostenida demanda china, la invasión rusa a Ucrania, entre otros, han valorizado de forma sustancial los alimentos y las materias primas.

Uruguay indudablemente se ha visto beneficiado por este motivo, con una valorización importante de la carne, los lácteos y los granos. De todos modos, en el último tiempo aparecieron algunos factores que han complicado esta bonanza, como puede ser el encarecimiento de los fletes y las dificultades logísticas, e indudablemente el debilitamiento del dólar frente a meses anteriores.

Las ventas de maquinaria siguen muy firmes, y esto ha sido dinamizado en buena medida por los proyectos de inversión fomentados por el gobierno, sumado al cierre de dos ejercicios consecutivos con mejoras en los números, que permitieron a los productores renovar y reacondicionar su flota de maquinaria. Ha sucedido con la carne y con la agricultura de secano, pero se nota especialmente en la lechería y el arroz, dos sectores que venían muy golpeados de varios años de números en rojo y que son grandes usuarios de maquinaria.

En lo que tiene que ver con repuestos, hay empresas adelantándose y preparando lo que implicará el aumento de área sembrada en agricultura de invierno, que repercute en un mayor uso de la maquinaria y por ende una logística mayor. De todos modos, hay máquinas que no han sido acondicionadas aún porque se encuentran cerrando la zafra de maíz de segunda.

Un aspecto especial al que tener atención sigue siendo la situación logística a nivel internacional. Muchos puertos en el mundo, especialmente en China, han detenido sus actividades por cuarentenas y esto generó un efecto que es difícil normalizar. Las navieras llenan sus buques con mayor facilidad porque se han perdido algunas frecuencias y se junta la mercadería, y por ende estos barcos salen a carga llena y no pasan por todos los puntos que se tienen previsto. Es así que se demoran los días, y los destinos con mayor distancia y cantidad de días, como sucede con Uruguay, son los más damnificados.

En lo que tiene que ver con los costos, la situación de los fletes ha mejorado, pero no todo lo que debería. La suba de los insumos a lo largo de 2021 y 2022, especialmente el acero, ha hecho que los costos se incrementen de forma considerable, y eso termina afectando a la cadena en su conjunto. La pregunta es si la demanda mundial seguirá traccionando, con economías debilitadas por un proceso inflacionario a nivel global.

Esto también genera incertidumbre en fechas, confirmaciones y disponibilidad, ya sea para las empresas que importan la maquinaria, como alguna otra que requiere de materia prima y debe tomar otras previsiones.

El último factor al que hay que prestar especial atención es el atraso cambiario, que ha complicado la concreción de negocios para un sector que cobra en dólares, pero tiene muchos gastos en pesos. El porcentaje de disminución en el poder adquisitivo se ve reflejado, al tiempo que muchos de los costos que se deben afrontar no solo son en la moneda nacional, sino que se han incrementado en su valor real.

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