Según datos del Plan Agropecuario, en la década del 2000 se necesitaban entre 260 o 270 kilos de novillo gordo para amortizar el costo total de una pastura perenne de primer año. Hoy, a lo precios de la Asociación de Consignatarios de Ganado (ACG) de la semana pasada de US$ 2,62 (ahora está por encima) se considera una relación de 160 kilos de novillo para amortizar esa hectárea de pastura perenne, es decir, 100 kilos menos.
Ignacio Quintans, gerente técnico Calvase, hizo referencia a que hoy se maneja un costo de implantación de praderas y verdeos de 420 dólares por hectárea. De ese total, casi una cuarta parte es de urea y si se le suma el fósforo es de casi la mitad del costo total.
Sin dejar de reconocer que en términos absolutos los costos aumentaron considerablemente, Quintans indicó observar la relación insumo-producto. “Es una relación muy favorable para las pasturas. En términos absolutos el costo por hectárea es grande, pero en términos relativos, relacionado al precio del producto, es un año muy favorable para los mejoramientos”, explicó en diálogo con Valor Agregado de radio Carve.
En ese sentido, indicó que los agroquímicos y los fertilizantes están con una volatilidad impresionante, al igual que en las semillas. “Las festucas no han tenido tanto cambio en precio, pero sí los ryegrass y leguminosas”, dijo.
Finalmente, el técnico de Calvase comentó que en gran parte del país se ven campos naturales con mucha disponibilidad de pasto y buena calidad. “Vemos praderas en muy buenas condiciones. Venimos con un otoño bastante adelantado”, concluyó.
