La Cámara Uruguaya de Servicios Agrícolas tuvo su reunión semestral para definir los valores de las labores en agricultura, y a su vez la determinación anual para los trabajos forrajeros.
Edgardo Rostan, presidente de dicha cámara, dijo que se planteó a los socios los distintos aspectos que inciden y se discutió en asamblea abierta si se aceptaban o no. “El tipo de cambio tuvo una baja de más de 5 puntos porcentuales, lo cual aumentó el costo de mano de obra en poco más de 12% en dólares”, comenzó diciendo, “a su vez, el combustible aumentó un 27% en dólares y la maquinaria agrícola nueva un 8%, que son los ítems que más inciden”. En función de estas variables y otras, se recomendó a los socios un ajuste al alza de 9,13% en las tarifas agrícolas en promedio. También se estipuló un ajuste de algo más del 12% para las labores forrajeras, como ensilado y enfardado. Este último ajuste se realiza una vez por año y no semestralmente como sí sucede con las tareas agrícolas.
Respecto de la demanda, Rostan dijo que en la última zafra se ha trabajado mucho. “Las siembras arrancaron en marzo con avena y terminaron a mediados de julio. Hubo mucho verdeo, avena, leguminosas, praderas consociadas y la colza permitió seguir trabajando, para luego seguir con los trigos temprano, cebada y más trigo”, expresó el presidente de CUSA, conforme con la siembra de invierno.
“También fue buena la cosecha de soja, la cual fue particular porque fue más corta, no hubo problemas de camiones o de piso y adelantó mucho la zafra”, expresó Rostan, agregando que esto permitió mantener costos fijos dentro de lo que se pensaba.
Finalmente, se continúa con la trilla de maíz de segunda, donde aún queda una buena porción por cosechar. “Los productores destinaron mucha área y están andando bien, con 6.000 o 7.000 kilos en promedio. El cliente está contento y permite estirar la ventana de trabajos para los contratistas”, cerró Rostan.