La balanza comercial del arroz brasileño cerró el año pasado con un superávit, según informó Correo Rural, manejando datos de la Asociación Brasileña de la Industria del Arroz (Abiarroz).
La facturación del arroz cáscara llegó a US$ 363,2 millones de dólares, superando a las importaciones (US$ 316,8 millones) en US$ 46,4 millones. El volumen del cereal brasileño embarcado el año pasado fue 1,153 millones de toneladas, cifra que representa un aumento de 149.000 toneladas más que el importado, pero quedó abajo del registro de 2020, cuando se había llegado a 1,813 millones de toneladas a raíz de la demanda global impulsada por la pandemia de Covid-19.
La gerenta de Exportaciones de Abiarroz, Carolina Telles Matos, afirmó que las exportaciones de 2021 volvieron a los niveles de 2019. "El volumen de 2021 fue 36% menor que el registrado en el año previo", debido a los problemas que se registraron con la logística marítima y el incremento de los costos de los fletes, pero principalmente por la poca disponibilidad de barcos.
Abiarroz estima que las dificultades logísticas para la exportación pueden continuar este año, pero garantiza que la demanda en el mercado global hace pensar que será un año promisorio.
La dirigente planteó un quiebre en la zafra de arroz de Rio Grande do Sul debido a la sequía que padece, pero se maneja un stock de 974 mil toneladas de arroz cáscara para marzo de 2022 que estaría cubriendo cualquier déficit derivado de la cosecha.
Perú fue el principal mercado para el arroz brasileño el año pasado, superando a Venezuela, según Abiarroz.