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Bajó el endeudamiento en la cadena triguera

Según Opypa, se proyecta exportación de 332.425 toneladas.

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Producción.

La cadena triguera vivió un 2019 fuertemente influida por la abundante cosecha del ciclo 2018/19, que la ayudó a recuperarse luego de la magra zafra 2017/18, según destacó la Oficina de Programación y Política Agropecuaria (Opypa).

Para la zafra 2019/20, desde Opypa se proyecta un incremento importante en el volumen de producción, a partir de la coincidencia de una sustantiva expansión del área de siembra con una previsión de buena productividad del cultivo, por encima de los promedios históricos. Eso permitiría abastecer la demanda local y continuar la corriente exportadora de grano durante el año próximo.

Cabe recordar que en la zafra pasada, la aceptable calidad del grano permitió consumir el importante excedente de la zafra anterior y reducirlo a menos de 80.000 toneladas al terminar la zafra comercial. El consumo local para molienda, alimentación animal y elaboración de etanol, mantuvo un buen nivel de actividad y se reanudó la corriente exportadora de granos de trigo.

Según la visión desde Opypa, la baja en el precio recibido por el productor repercutiría en una desmejora de los resultados económicos de los agricultores, desincentivando la siembra de este cultivo frente a otras opciones de cultivos invernales disponibles.

El endeudamiento del productor triguero disminuyó en el último año de US$ 17,3 a US$ 12,3 millones —23% medido como créditos totales—, se evidencia un fuerte aumento de los créditos vencidos, que resulta en un incremento de la morosidad.

En caso de los molinos harineros, a septiembre de 2019, la deuda era de US$ 29 millones (créditos totales) y la morosidad, medida como proporción de créditos vencidos sobre créditos totales, si bien ascendió a 20% en el mes de julio de 2019, cayó 4% en setiembre de 2018 a menos de 1% en el mismo mes de 2019, según los datos de Opypa.

Mientras el 94% de la deuda contraída por los molinos es con la banca privada, este guarismo cae a 72% en el caso del productor.

Los resultados económicos de los agricultores serían negativos luego de una zafra con resultado positivo. En particular para esta zafra, Opypa estimó una caída de 17% en el precio que recibiría el productor y de los rendimientos promedio esperados, que si bien se encuentran por encima del promedio histórico, no superarían el rendimiento de equilibrio sin considerar renta (4,6 toneladas por hectárea).

Esto se acentuaría con el aumento previsto de los costos (medidos en dólares) cercano a 4%, como consecuencia de un incremento en la dosis de urea aplicada y su aumento de precios al finalizar 2018. Se espera un valor similar al ciclo previo, serán importantes los costos de almacenaje dentro de los costos post-cosecha.

La citada oficina del MGAP proyectó una existencia inicial (al pasado 1° de noviembre) de 78.738 toneladas en la zafra 2019/20, una cosecha global de 827.687 toneladas, una importación de 6.000 toneladas. El saldo exportable Opypa lo proyectó en 332.425 toneladas entre trigo y harina. Internamente se consumirían 500.000 toneladas y se llegaría a existencias finales a octubre del 2020 cercanas a 80.000 toneladas.

Guillermo Crampet

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