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Baja intensión de siembra de trigo se va acentuando

Un año más los precios desestimulan a plantar el cereal

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AFP fotos - trigo.

Pablo Antúnez

A nivel de cultivos de verano otro año más se plantea una baja intensión de siembra de trigo. Si bien es prematuro poder estimar el área que abarcará el cereal en este ejercicio agrícola, el movimiento a nivel de chacras es muy poco, según confirmó a El País el asesor agrícola privado Carlos Dalmás.

“La intensión de siembra es baja en los departamentos del sur del país, pero mucho más baja aún en los ubicados al norte del Río Negro, porque no es viable el cultivo”, afirmó Dalmás. A esta altura del año, cualquier cambio en el precio del cereal puede hacer variar la intensión de siembra, por más que productores y empresarios sostienen que las condiciones que tiene hoy el negocio, desmotivan al agricultor a plantar mayor superficie.

En la zafra de cultivos de invierno 2016/17 el área de invierno abarcó 454.000 hectáreas —35% menos que en el año agrícola anterior— con un rendimiento promedio de 3.521 kilos por hectárea. La producción bajó 37% respecto al año agrícola 2015/16, según las cifras de la Dirección de Estadísticas Agropecuarias (DIEA/MGAP).

A su vez, las siembras de cebada comenzarán a partir de la semana próxima y los técnicos estiman que el cultivo alcanzará un área similar a la del año pasado, donde se habían plantado 100.000 hectáreas menos que en el ejercicio 2015/16. Según DIEA el año pasado se destinaron a la cebada unas 190.000 hectáreas, con rindes de 3.566 kilos por hectárea.

Dalmás aseguró que “hay interés” en apostar a la colza canola —una oleaginosa de invierno que es básica en las rotaciones agrícolas con soja—, pero adelantó que “tampoco es un negocio brillante”.

Para Dalmás, lo que ocurre con esta oleaginosa de invierno que viene captando mayor interés de los productores “es que beneficia bastante la siembra posterior de la soja. Permite sembrar una soja de primera y eso hace que el productor se entusiasme más y tienda a destinarle mayor área”.

SOJAS. Finalmente, las lluvias paralizaron temporalmente las cosechas de soja, pero en el sur ya se había cosechado alrededor del 80% del área plantada y en el norte, la semana pasada ya estaban terminando las trillas, ayudadas por el clima.

“Los rendimientos siguen altos y ayudan a compensar el precio que se ha mantenido incambiado. Cerrará un año con buenos promedios de rendimiento general”, reconoció el asesor agrícola a El País.

“Este año lo que va a pasar es que el productor va a poder acomodar sus finanzas para poder seguir adelante luego de dos años con muchas dificultades. Estamos viendo, en general, que si bien hay mucho entusiasmo con los altos rendimientos de la soja, la preocupación sigue porque las condiciones de precios que el negocio plantea para adelante, muestran que seguirá ajustada la rentabilidad como sucedió en los últimos dos años”, explicó Dalmás. Mientras tanto, las importaciones chinas de soja aumentaron un 13,4% el mes pasado a una tasa interanual, apoyadas por la fuerte demanda en la industria de la harina de soja, según Aduanas.

Guillermo Crampet

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