Con mucha emoción Susana González Alves liquidó su plantel Angus.
En local “Rocha” remató el escritorio Néstor Birriel Cal con Scotiabank.
Pablo D. Mestre
Llegó a Uruguay hace más de una década. Se instaló en su establecimiento “La Cañada” en el departamento de Rocha. Allí, hace 14 años fundó la cabaña Angus. La selección genética que desarrolló con conocimiento y mucha pasión fue reconocida por distintos jurados que distinguieron a sus reproductores con las máximas cocardas en Expo Prado.
Ayer, por cuestiones de la vida, Susana González Alves liquidó el plantel...
Y una vez más obtuvo el reconocimiento. Pero esta vez, quizás el más importante de todos: el del mercado...
En una jornada primaveral en el local “Rocha”, bajo la conducción de los negocios a cargo del escritorio Néstor Birriel Cal, se vendió todo, rápido y muy bien... Con un tinte emotivo en cada golpe de martillo que concretaba la dispersión de la genética hacia prácticamente todo el país.
Los 114 vientres se vendieron “como pan caliente”. Fueron 28 vacas y vaquillonas PI preñadas: 2.760, 1.620 y 2.054; 35 piezas de cría, la pieza: 1.560, 840 y 1.174; 31 vacas falladas: 2.340, 1.320 y 1.513 y 20 vaquillonas falladas y terneras: 1.680, 520 y 1.383.
Y después los toros...
Los 40 reproductores cotizaron a razón de US$ 2.780 cada uno, con máximo de US$ 3.840 y mínimo de 2.200.
“Más allá del buen resultado económico, fue gratificante que se reconociera a Susana y su obra en el Angus”, dijo Marcelo Birriel Osinaga.
Destacó que se diseminó la genética hacia prácticamente todo el país, “premio al gran trabajo que realizó”.
Es que, tras la siembra, siempre viene la cosecha...