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Tambos agotan reservas forrajeras previstas para el invierno

Crece el nivel de endeudamiento y el invierno todavía no comenzó a apretar al ganado.

LECHE

El ganado está solventado a fuerza de raciones y concentrados en año atípico para lechería.

 

Pablo Antúnez. 

Los tamberos vienen manteniendo las vacas a fuerza de raciones proteicas y concentrados, porque en la mayoría de los casos, en los predios se están agotando las reservas forrajeras que estaban destinadas a la producción de leche en los meses de invierno. El frío aún no apretó, tampoco hubo temporales que tiraran abajo la condición corporal del ganado, pero se ven tambos medios que están jugados a bajar la cortina, porque tienen números en rojo, no tiene respuesta productiva de sus vacas y aún falta transitar todo el invierno.

La situación provocó que las gremiales plantearan ante el Instituto Nacional de la Leche (Inale) la necesidad de que el gobierno instrumente un crédito con tasas preferenciales y período de gracia que les permita hacer frente a la compra de alimento para el ganado, además de que pedir que se posterguen pagos. Se sigue trabajando dentro del Inale buscando resolver la problemática.

“Dependiendo del porte de cada empresa, hay productores que están entrando en un descalce forrajero severo que se hará notar ni bien empiecen los fríos o temporales”, advirtió el presidente de la Cámara Uruguaya de Productores de Leche, Horacio Leániz.

En la otra vereda, algunos están dispuestos a aguantar el problema de la falta de forraje y la baja producción como puede, mientras que ya hay productores que ven que no podrán aguantar más generando endeudamiento.

Los tamberos están entre la espada y la pared: las cuentas aprietan, la baja producción persiste y las ventas a fin de mes son pobres frente a los gastos, pero las vacas tienen que comer todos los días.

Otros dirigentes gremiales del sector lechero reconocieron a El País que hay productores que están teniendo que malvender sus ganados para hacerle frente a las necesidades alimenticias del rodeo. De todos modos, si se registran lluvias, los verdeos y campos recién podrían responder -si el clima los sigue ayudando- en unos 20 o 30 días, pero el ganado tiene que seguir comiendo.

FUERTES VENTAS.

Un ejemplo claro de la falta de comida en los predios es el incremento que continúa teniendo la venta de raciones y concentrados proteicos a nivel de Prolesa. El volumen vendido por esta empresa creció fuertemente el mes pasado respecto a igual fecha del año anterior y se espera que sigan al alza este mes.

Según dijo a El País Carlos Torterolo, directivo de Prolesa, se puso en marcha un plan de financiación de concentrados y raciones, buscando que el productor pueda arreglar sus cuentas y hacer un buen manejo nutricional del ganado.

Torterolo dijo que los tamberos cuentan con una financiación a seis meses para los concentrados con entregas en mayo y junio.

El directivo, que además es productor de leche en San José, recordó a El País que el uso de concentrados “pasó a ser la herramienta de ajuste del productor porque las reservas forrajeras, en muchos casos, se están terminando en forma importante”. En otros casos, los tamberos resembraron los verdeos pero el clima no los ayudó y los perdieron.

Torterolo aseguró que cada vez hay una tendencia mayor al uso de raciones y concentrados más elaborados. Prolesa está elaborando unas 3.000 toneladas de las diferentes fórmulas y con diferentes tenores proteicos en su planta propia.

“Hay un fuerte crecimiento asociado a lo que es la granelización con los silos aéreos en los tambos y el proceso de tolva”, dijo Torterolo. La lechería uruguaya viene desde hace años con un fuerte proceso de tecnificación y crecimiento.

INDUSTRIA.

La menor producción de leche le brinda una postura de mayor tranquilidad a la industria láctea uruguaya, aunque el sector también tiene costos fijos que enfrentar.

El mercado venezolano, el principal comprador de quesos uruguayos está paralizado desde hace algunos meses y eso le pega más a las industrias que sólo se dedican a la producción quesera. A la vez, los mercados extra regionales se muestran poco compradores. Rusia, China, Filipinas y Singapur están comprando muy poco, con negocios de leche en polvo entera a US$ 2.500 por toneladas y de US$ 3.000 para la tonelada de leche en polvo descremada, según muestran los datos de la Dirección General de Aduanas. Los volúmenes exportados por quincena son muy chicos.

Pablo Mestre
Pablo Mestre

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