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Presentaron ambicioso proyecto para sustituir fertilizantes fosforados

Con la meta de desarrollar un nuevo inoculante en base a microorganismos con capacidad de movilización de fósforo orgánico en el suelo que logre aumentar el crecimiento vegetal, aumentando el rendimiento en soja y otros cultivos, se lanzó el proyecto “Desarrollo de inoculantes para la movilización de fósforo como insumo en la producción agrícola”.

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La iniciativa cuenta con la aprobación de la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (Anii), en el marco de la convocatoria “Alianzas para la Innovación” y es ejecutada por el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), instituto Pasteur de Montevideo y las empresas Lage y Cía S.A., Calister S.A. y Lafoner S.A.

“Es un proyecto ambicioso de profunda articulación institucional que busca promover un desarrollo  tecnológico que signifique aislar microorganismos que tengan la capacidad de solubilizar fósforo del suelo”, destacó el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Tabaré Aguerre, tras el lanzamiento realizado en la sede del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca.

El ministro explicó que es importante en varios sentidos. “Desde el punto de vista de la competitividad, permite sustituir roca fosfórica importada para transformarla en fertilizantes con la utilización de fósforo que está en el suelo”. A la vez, dijo que tiene “implicancias ambientales y algunos beneficios”. Entre esos beneficios destacó “la posibilidad de construir capacidades científicas a nivel internacional. Uruguay tiene una muy larga trayectoria en el desarrollo de biotecnologías asociadas a la fijación simbiótica del nitrógeno desde la década del 60”. Ese trabajo implicó el manejo del género rizobium inoculando semillas de laguminosas, tanto en especies forrajeras como en la propia soja. “Esa tecnología le significó al Uruguay el ahorro de centenas de millones de importaciones de fertilizantes nitrogenados”, recordó Aguerre.

El titular del MGAP aseguró que es un proyecto que define los objetivos que tienen las distintas instituciones públicas y privadas, promoviendo el trabajo en equipo, “tratando de construir información y de generar capacidades científicas”. El marco normativo lo construyó el MGAP en los últimos tres años.

El 70% del proyecto de referencia es financiado por la ANII y el 30% restante lo ponen las empresas, en el marco de un aporte general de alrededor de US$ 280.000 en su primera fase.

 

Pablo Mestre
Pablo Mestre

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