El Ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Tabaré Aguerre, destacó el trabajo y la investigación desarrollada por un grupo de científicos uruguayos, incluso publicado por la revista científica Ciencia, que realizó un hallazgo inédito.
Un trabajo de investigación desarrollado en el Instituto Pasteur de Montevideo, en colaboración con la Facultad de Medicina de la Universidad de la República, consiguió este logro gracias a la obtención de imágenes de alta resolución de la cápside nativa del Virus de la Leucemia Bovina.
Los investigadores descubrieron que la cápside, uno de los componentes principales del virus, posee gran flexibilidad, lo que resulta esencial para el ensamblado de la partícula infecciosa. Esta observación no había sido lograda con ningún retrovirus previamente, razón por la cual el trabajo mereció su publicación en la revista Science, medio con muy alto prestigio internacional.
El equipo de trabajo incluye esencialmente estudiantes e investigadores uruguayos: Gonzalo Obal, Felipe Trajtenberg, Federico Carrión, Lorena Tomé, Nicole Larrieux, Otto Pritsch y Alejandro Buschiazzo. Estos hallazgos representan un avance en el conocimiento de la biología de los retrovirus, abriendo nuevas puertas para el desarrollo de medicamentos antiretrovirales.
La Leucosis Bovina es una enfermedad infecciosa causada por un virus que ataca al ganado. La dolencia afecta al sistema inmunológico de los animales, genera inmunodeficiencia y en algunos casos dispara el desarrollo de una leucemia y/o tumores. El segmento más afectado es el ganado lechero, generando pérdidas por muerte y baja producción en los tambos; además de representar una barrera para ingresar a los mercados de altas exigencias. Para Pritsch, “uno de los objetivos generales de este trabajo consiste en generar nuevas herramientas que permitan solucionar este problema sanitario a nivel nacional”.
Este virus conocido como BLV por sus siglas en inglés, es muy parecido al virus HTLV (agente de la leucemia humana de linfocitos T), ambos parientes del virus HIV, tristemente conocido por causar el SIDA. Todos estos virus pertenecen al vasto grupo de los retrovirus. Afortunadamente, el BLV no representa una amenaza para la salud humana. Entender en detalle sus propiedades y forma de vida puede no sólo ayudar a combatir la enfermedad en el ganado, sino también entender mejor a los retrovirus en general, incluyendo el virus del SIDA.
Los retrovirus comparten una serie de características en cuanto a ciclo de vida y mecanismo de infección. Poseen un material genético constituido por dos moléculas de ARN, encerradas dentro de una gran estructura proteica a modo de “cáscara”, denominada cápside. Esta cápside está formada por cientos de copias de una única proteína, que se asocian entre sí siguiendo un fascinante proceso de auto-ensamblado. Una vez que el retrovirus entra en la célula que infecta, su cápside se desarma, su material genético se transporta al núcleo, y se inserta como ADN en los cromosomas del huésped. “La capacidad infectiva del virus depende del ensamblado y desensamblado de la cápside en los momentos apropiados, razón por la cual es fundamental entender cómo está organizada su estructura” afirma Obal.