"Muchas veces no tienen esa visión", aseguró el expresidente de la Asociación Rural del Uruguay.
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La ganadería uruguaya está experimentando un momento de sentimientos desencontrados. Por un lado, un clima favorable, negocios atractivos en el mercado internacional de la carne y exportación de animales en pie, y un estímulo de superación año tras años; y por el otro, pérdida de competitividad debido a los altos costos de producción y cargas tributarias, además de una escasez de políticas que estimulen la inversión en el sector agropecuario.
Fernando Mattos, expresidente de la Asociación Rural del Uruguay, aseguró a Rurales El País que Uruguay cuenta con un “claro problema de competitividad que nos perjudica” y un “déficit fiscal que afecta a las cuentas públicas”. Ante esto, explicó que “el gobierno no encuentra el camino para achicar los gastos” pero opta por “aumentar la presión tributaria”.
Estas resoluciones políticas “han sido un gran error” porque “evidentemente gravar la base productiva compromete al resto de la cadena”, señaló el empresario ganadero. Afirmó que el país “está en el debe” en varios aspectos que se relacionan con la competitividad.
Destacó la necesidad de encontrar “una solución al problema” para generar un panorama de “confianza” que “nos permita volver a creer e invertir”, acompañando la demanda del mercado internacional. Con políticas que “estimulen la inversión vamos a seguir por la senda de crecimiento” y “cuando el campo crece, crece el resto del país y la historia lo comprueba”, cerró.
