El mercado no logró encontrar aún su punto de equilibrio.
Embarques. Ingreso de vacas gordas a frigoríficos se pospone. Foto Ariel Colmegna, Archivo El País
El mercado del ganado gordo aún no encuentra su punto de equilibrio. Por un lado, la oferta de haciendas preparadas para faena crece, ayudada principalmente por el clima que hizo mover fuerte los campos y están produciendo mucho forraje, ayudando al productor a añadirle kilos baratos al ganado.
Por el otro, se observa una industria frigorífica que no muestra apuro por comprar y que está pasando precios a la baja, buscando hacer su negocio al igual que el productor.
“Las ventas de ganado gordo comienzan a trancarse”, confirmó a El País el presidente de la Asociación de Consignatarios de Ganado, Sebastián Blanco.
“Las referencias son entre US$ 3,15 y US$ 3,20 para el novillo gordo (por kilo de carne en segunda balanza) y entre US$ 2,70 y US$ 2,90 para vaca gorda, dependiendo de la planta”, agregó el consignatario.
Los frigoríficos están manejando plazos de entrada a faena diferentes para vacas y novillos, acortando los ingresos para las novilladas buenas. Según los consignatarios, la industria está haciendo entrar a faena a los novillos gordos cerca de fin de mes, mientras que los plazos para la vaca gorda se alargan hasta el 8 o 10 de diciembre.
También se dan casos de plantas que están anotando ganado, pero sin pasar cotización; le pasan el valor al productor una semana antes de la fecha de embarque. No hay mayor apuro por comprar y en los casos en que las aspiraciones del productor son mayores a los precios ofrecidos por el frigorífico, la industria prefiere perder el ganado. “Hay un poco más de estabilidad respecto a las semanas anteriores” aclaró Blanco.