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“Angus se ha sabido adaptar siempre a los cambios”

El presidente de la Sociedad de Criadores de Angus, Ing. Agr. Álvaro Díaz Nadal, aseguró que la raza se ha adaptado rápidamente a las condiciones productivas del Uruguay lo que se refleja en un vertiginoso crecimiento en muchos sentidos. Consideró que lo fundamental en el negocio es que la vaca de cría dé un ternero y además que ésta sea lo más chica posible capaz de producir novillos que, entre 24 y 30 meses, se puedan faenar y den todos los cortes para vender en el mercado mundial de carnes. Para Díaz Nadal es relevante que la cabaña se haya adaptado a los productores y dijo que es necesario bajar más la muy buena información que se genera junto con INIA.

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Ing. Álvaro Díaz Nadal, presidente de Angus. Foto: Pablo D. Mestre

Pablo D. Mestre

-¿Cómo ve al negocio agropecuario hoy?

-Es complicada la foto de hoy si bien no hay que ser pesimista pues el negocio agropecuario es a largo plazo. Pero los commodities bajaron su precio, especialmente la soja, provocando la vuelta de algunos argentinos a su país, dejando campos libres, contratistas sin trabajo, gente que había comprado maquinaria a crédito, pagando con trabajo.

-Pero a la vez ¿no es una vuelta de muchos a la ganadería?

-Estoy convencido que desde que llegó Hernandarias en 1611 a esta zona del mundo el negocio principal del país es su ganado vacuno; posteriormente fue el ovino. Ha habido impulsos de la agricultura en distintos momentos que han sido importantes porque potencian el negocio agropecuario, pero lo que siempre ha estado sin interrupciones, con mejores perspectivas o no tanto, ha sido la ganadería. Y en este momento del agronegocio una vez más aparece la vaca para ser protagonista.

-¿Qué tipo de ganado es el que le conviene al productor?

-Siendo lo más objetivo posible hay una realidad que rompe los ojos: las razas británicas han sido exitosas por un tema de clima, latitud en que estamos y pasturas. Todas las razas tienen un rango de máxima eficiencia en determinadas condiciones de la naturaleza y acá ha habido aumentos de razas continentales en algún momento, pero a lo largo del tiempo las británicas son las que han prosperado porque son las menos exigentes en calidad de comida, las que se adaptan mejor al clima que tenemos y al manejo que hacemos. Y para Uruguay es un privilegio que las condiciones sean las que se adaptan mejor a las razas que producen la mejor carne del mundo.

-¿Porteras afuera cuáles son las limitantes?

-La principal es el precio de la carne, que es la locomotora del negocio. Al igual que el resto de los commodities ha tenido una baja, si bien menor que el resto, y por ello es una limitante importante. Para producir mejor, o más, hay técnicas que ayudan, pero para eso se necesita capacidad de inversión y ésta está asociada al ingreso del predio.

-¿Qué dice del valor que se paga hoy por el ganado?

-A nivel internacional tuvo una baja, pero en Uruguay ésta ha sido mayor. Los indicadores que maneja INAC demuestran que en muchas ocasiones a lo largo del año los márgenes de la industria son muy buenos y a veces ese margen no siempre llega al productor.

-¿Hay cadena de la carne?

-Es difícil, pero sí hay. Quizás no sea pareja en lo largo de ella, seguramente hay eslabones más fuertes que otros.

-¿Por qué elegir Angus?

-Porque es una raza extraordinaria que se adapta perfectamente a Uruguay, a su pastura, su clima, su topografía; es un animal muy rústico. Uruguay es un país que trabaja con poca inversión a nivel de productores de ganado y la raza tiene un retorno importante, es muy rústica, muy buena madre, muy productora de leche y con calidad de carne reconocida a nivel mundial. Y ha tenido una explosión increíble. Pero además de todas las condiciones naturales que tiene la raza se ha sabido adaptar a los momentos y los cambios.

-¿Por ejemplo?

-En los años 80 vino una onda, especialmente de Estados Unidos, de producir determinado tipo de ganado. Uruguay entró en esa situación y trajimos a nuestros campos animales que le hicieron mucho daño a la ganadería. Porque eran animales muy grandes, muy magros, con poca facilidad de parto, poca fertilidad, animales que criaban muy mal sus terneros. El productor agropecuario lo sufrió, especialmente el de los campos pobres de distintos lugares donde se cría el ganado. Porque cuando llegaba el invierno se veían las vacas gigantescas, sin costillas, sin reservas de grasa, cuando parían, sin posibilidades de producir leche, con problemas de parto. Y Angus en este último tiempo ha tenido la capacidad de revertir esa tendencia con mucha rapidez. Y eso la gente lo percibe.

-¿En qué específicamente?

-Cuando se tienen 100 vacas y se preñan más las de una raza que de otra, muchas veces el productor común no sabe por qué es, pero sí comprueba que tiene más terneros Angus. O que no tiene que llamar al veterinario para desatracar las vacas, o que los terneros cuando los va a vender pesan más que los otros. Esas cosas las percibe el productor común y ha impactado en el criador. Pasa por la capacidad de adaptación de la vaca de cría que necesita el Uruguay. Esa señal la dio la raza Angus por el manejo de los directivos de la Sociedad de Criadores.

-¿Cómo respalda esta señal en los datos objetivos?

-Angus está muy bien. Tenemos un convenio con INIA y se trabaja con DEPs hace mucho tiempo. Es una de las cosas que debemos bajar a tierra mucha de esa información que maneja el INIA y que no le llegan a los productores. Y entre ellas los DEPs que muchas veces los compradores de toros no manejan ese dato fundamental. No podemos darnos el lujo de seguir eligiendo toros como hace 30 años, cuando tenemos herramientas, no sólo para elegir fenotípicamente, sino para decidir genotípicamente qué es lo que nos va a afectar más en el rodeo, mejorando la facilidad de parto, la velocidad de crecimiento, la capacidad de producir más leche, el área de ojo de bife, la fertilidad de las hijas.

-¿Es una materia pendiente para la Sociedad de Criadores?

-Sin dudas. La Sociedad tiene una Comisión Técnica de muy buen nivel que trabaja hace mucho tiempo, que es independiente de la directiva. Estamos convencidos absolutamente que debemos definir qué tipo de animal necesita el Uruguay para producir más y mejor y después utilizar las herramientas para llegar a eso.

-¿Y cómo debería ser ese tipo de animal?

-Primero que la vaca que cría dé un ternero es el punto más importante de la ganadería, quizás más que el Gran Campeón de cualquier exposición. Porque esas vacas son las que van a definir el éxito de la ganadería. Sabrás si esa vaca está adaptada al medio, qué le ofrecemos para comer, qué manejo le damos, qué queremos producir: terneros o novillos, a qué edad faenamos los animales, a quién le vendemos luego la carne.

-¿Cuál cree es la mejor vaca?

-La mejor vaca de cría es la vaca más chica capaz de producir novillos que entre los 24 y 30 meses se puedan faenar y den todos los cortes para vender en el mercado mundial de la carne que tiene sus exigencias en terminación y cobertura de grasa para algunos cortes valiosos. O sea, la vaca más chica pero con un límite productivo. En este último tiempo ha bajado su tamaño y ha cambiado su biotipo, lo que es fundamental. En eso Angus ha sido pionero. Un animal con más profundidad, más costilla, más barril, más reserva de grasa. Porque un animal puede pesar lo mismo, como el ejemplo del Gran Campeón del Prado del año pasado que medía 1,35 y pesaba 1.150 kg siendo un toro Senior. Eso demuestra que para que una raza produzca mucha carne y tenga animales pesados no tienen por qué ser grandes, tiene que ser voluminosos.

-¿El objetivo es llegar a todos los productores comerciales?

-Sin dudas. La prioridad son los productores comerciales. Parte del éxito de la raza es que la cabaña se ha adaptado más a los productores que éstos a la cabaña. Por eso es importante el relacionamiento con el INIA para poder bajar a tierra todos los datos posibles para producir más. No tengo dudas que si todos los productores uruguayos de terneros supieran manejar perfectamente los DEPs, en la misma área y con la misma cantidad de cabezas de vacas de cría produciríamos más terneros, más carne y de más calidad.

-¿Qué otras cosas está en agenda de la nueva directiva?

-La ganadería es un poco menos dinámica que la agricultura, pero es dinámica, hace un mes en Rocha había seca y 20 días después la inundación más grande de la historia. Tenemos un rumbo pero nos vamos a ir adaptando a las circunstancias. Sí vamos a prestigiar los 4 eventos importantes: la gira anual, la Gala Angus en Punta del Este, una jornada de selección rotativa en distintos lugares del interior, con estudiantes de Escuelas Agrarias y productores tratando de transmitir las tecnologías existentes. Y las exposiciones, que empiezan con Durazno, luego el Prado donde un galpón ya no nos da para los reproductores que asisten y después todo el interior del país. Y un gran desafío será organizar el Congreso Mundial Angus en 2019 donde mostraremos el Uruguay ganadero al mundo.

-¿Su directiva representa una continuidad de trabajo?

-Claramente. En la nueva directiva hay dos ex presidentes lo que quiere decir mucho de una línea de continuidad de las cosas. Intentamos que estuvieran la mayor cantidad de cabañas representadas porque tenemos claro que la herramienta para tratar de producir el ganado que queremos lo tienen las cabañas. Por suerte la mayoría de las cabañas tienen una idea con muchos puntos en común más allá de las variables comerciales, de campos, etc. Y la muestra clara de eso se refleja en la homogeneidad y en el tipo de ganado que concurre por ejemplo a la Expo Prado. O sea que continuaremos en esa senda.

PERFIL

Con ancestros pioneros en la cría de las razas británicas

“Le debemos mucho a los mayores que hicieron un gran país”

Álvaro Díaz Nadal está casado con Pilar Carrau, con quien tiene dos hijos. Criado entre las vacas, cuando llegó a Montevideo para hacer el liceo ganó el apodo que lleva hasta hoy: “Gaucho”.

Se crió en campaña y entre cabañeros, lo que considera un privilegio. Ya de chico tras las clases que una maestra dictaba en el establecimiento, “todos los primos íbamos a la cabaña a ver las vacas parir o a ver las nodrizas”, recuerda con orgullo. Porque asegura que sus ancestros le han dado todo lo que tiene, “especialmente en educación y la forma de manejarme por el mundo”.

Y esta tradición sigue hasta hoy. Su madre, Marta Nadal Barrán, con 87 años “ayer me llamó para ver si había tatuado los terneros, ella elige sus toros para sus vacas y anda con todos los números. Va al campo, se sube a la pasarela de la manga y anota los números de las vacas”. Por eso confiesa que “cuando esas cosas pasan, todo llega más fácil. Soy un privilegiado porque además mis padres me dieron la posibilidad de estudiar” (es Ingeniero Agrónomo).

Sus ancestros están vinculados a la cría de ganado en el país. “Por parte materna vengo de 4 generaciones; en 1903 don Bernardo Barrán importó 8 toros Hereford de Inglaterra, pero en esa misma época, don Pedro Díaz (mi bisabuelo), que era dueño de Bayucuá, era productor de ganado Angus. Fue de los pioneros de la raza en Uruguay. Por lo cual al Angus no lo conocí de grande”, asegura.

En lo laboral también se considera un privilegiado pues tuvo oportunidad de trabajar diez años en la industria donde asegura que aprendió mucho. “Veía 750 reses todos los días del año, en las mangas con ropa y luego verlas sin ropa, colgadas en el gancho, ayuda a saber qué cosas son importantes comercialmente sobre qué hay que presionar, qué hay que mirarle a una vaca en el campo”.

Hoy realiza su actividad en Rocha. “En cabaña Las Divisas criamos las dos razas británicas y Merilin en ovinos, con la particularidad que es exclusivamente una cabaña, no hay un animal que no sea de pedigree”. Además le maneja el plantel Hereford a su madre y es el encargado del departamento ganadero de la Unión Rural de Flores.

A nivel gremial, el Ing. Díaz Nadal también fue presidente de la Sociedad de Criadores de Merilin.

“Siempre tengo presente que además de lo que soy, lo que es el país y lo que es la agropecuaria, se lo debemos a nuestros mayores que fueron los que hicieron un gran país. Hoy el Uruguay está cambiado, las familias que se desarrollaban y criaban en el campo, es más difícil, pues la gente vive más en la ciudad sobre todo atrás de la educación de los hijos. Soy un agradecido y reconozco que este país fue un gran país porque hubo gente mayor que nosotros que fueron los que lo hicieron”, confiesa el presidente de la Sociedad de Criadores de Angus.

Y en otra de sus pasiones se confiesa “fanático hincha del Club Nacional de Fútbol”.

Pablo Mestre
Pablo Mestre
Prevalece una mayor demanda que oferta en los últimos días

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