El cierre del viernes fue de baja general para los granos en Chicago, si bien en la semana el trigo consiguió hacerlo en terreno positivo tras las ganancias récord del jueves.
Los cultivos de verano – maíz y soja – siguen viendo buenos niveles de lluvia, lo que por un lado trae tranquilidad a los canales comerciales (y a sus precios, que bajan) mientras la persistencia del mal tiempo implica frenos en las siembras, lo que siempre es un signo de interrogación cuando el mercado no logra cerrar el área completada toda de una vez (cuyo ritmo de avance es record) y empieza a ver con nerviosismo cómo se difiere el final. Nada para preocuparse, solamente que esto es lo típico que ocurre en la etapa de mercado climático. Es hablar de los pronósticos y la racionalidad se vuelve sorda.
La soja cayó fuerte en la semana, con el mercado soltando la mano de los precios, que se hundieron el martes tras el llamativo reporte del USDA. El ritmo de siembra viene siendo correcto pese a lo comentado sobre potencial nerviosismo en caso de no poder completarse el área rápidamente. Los datos de molienda de abril divulgado este viernes estuvieron entre los más altos para la época, pero los compradores están en otro canal. Los embarques completados, informados el lunes, se mantienen firmes (así como ambas demandas, interna y externa) pero nadie parece tener apuro por comprar y presionar al alza.
El trigo se benefició el jueves de las compras de muchos contratos que estaban sobrevendidos, lo que estimuló fuertes alzas. Se mantienen las lluvias en las planicies trigueras y empiezan a alzarse voces de preocupación por eventuales daños que puedan empezar a sufrir las chacras, hasta hace poco faltas de agua. El año anterior, fue parecido el arranque en EEUU para el mismo cultivo.
FIMIX – Agrofinanzas