Jueves de pérdidas generalizadas en Chicago, pero también en el resto de los mercados financieros, en donde prevaleció el mal humor de los inversores que, volvieron a retirarse a los refugios tradicionales de valor, como ser dólar, bonos y harina de soja.
La causa de esto fue la sorpresa que significó para el mercado los comentarios de la FED en las actas de su última reunión, en abril, en donde se estableció la predisposición a una suba de tasas en la reunión de junio, en caso que se mantenga la mejora en los indicadores económicos clave de EEUU. A partir de ahí, fue un desbande, en donde además de los mencionados, sólo el jugo de naranja consiguió salir airoso.
Como todos los jueves, salió el reporte semanal de ventas de exportación, en donde se informó sobre negocios cerrados para soja y maíz, superiores a lo previsto por el mercado, tanto para producción disponible como de la nueva zafra. El trigo, por su parte, dejó corto frente las expectativas en el disponible, mientras que los negocios de la nueva zafra superaron las previsiones.
Los cereales cayeron fuerte, sintiendo la presión de un dólar que tocó sus máximos desde marzo, debido al revuelo generado por las declaraciones del banco central estadounidense. El maíz se mantiene de todas formas por encima de los promedios móviles de 20 y 200 días. El trigo, por su parte, también cedió terreno fuertemente, mientras se maneja con preocupación el alcance del daño potencial de las heladas tardías caídas durante el fin de semana sobre trigo blando en el Medio Oeste.
Cayó la soja, aunque mucho más dignamente de lo que se preveía en un principio. El clima venía pesado y las jergas corridas, pero la harina volvió a hacer de hermano mayor y terminó haciendo que el poroto recortase las pérdidas hasta quedar en zona casi de neutralidad.
FIMIX – Agrofinanzas.