La operativa de las plantas de secado continúan complicadas.
El integrante de Agromotora Flores, Diego González, dijo en Valor Agregado por radio Carve que están teniendo los mismos problemas que experimentan los productores de todo el país. A la empresa le está faltando un 30% para completar la cosecha y estiman pérdidas cercanas a los 500 a 700 kilos de soja por hectárea.
Explicó que los rendimientos de las chacras cerradas de la zona centro promedian entre 1.700 a 1.900 kilos de soja por hectárea, puntualmente algún rendimiento más alto y otros más bajo. “Esperábamos rendimientos cercanos a los 2.500 kilos por hectárea, y esta baja complica la posibilidad de maniobra”.
En cuanto a la calidad, González afirmó que en el departamento los daños del agua no fueron importantes, si bien hay algún camión puntual con daños, en promedio no hubo problemas.
La zafra de este año ha sido atípica debido a las fuertes lluvias que ocasionaron inundaciones catastróficas. Los granos están complicados con un alto porcentaje de humedad y prácticamente no se han levantado granos secos. La falta de gas, debido al conflicto de las gremiales, han enredado aún más la situación. “La falta de gas en la plantas de secado ha sido la tónica dominante en todo el país, con plantas que están muy trancadas”, indicó González.
El integrante de Agromotora Flores dijo que la empresa tiene la política desde hace años de no ser rehenes a la falta de gas y sus plantas son base a leña. Sin embargo, aseguró que las plantas que no reciben gas “nos derivan los camiones y la agilidad que ganamos por un lado la perdemos por el otro”.
Los números para los productores “están quedando bastante ajustados”, subrayó González. Aseguró que “el rendimiento logrado hace que haya una cantidad de intérpretes en el mercado que no van a resistir lo que estamos viviendo. El agricultor nato que tiene sus máquinas y que fue más cuidadoso en los arrendamientos, es el que va a tener un rédito mayor que es lograr un empate”.
En los últimos días la soja logró subas significativas en los precios, pero el productor no la está capturando ya que calzó la renta en los primeros saltos que pegó el precio cuando pasó de US$ 300 a US$ 330. A esto se le suma el bajo rendimientos de la chacra que deja una capacidad de maniobra muy acotada. González afirmó que “la mayoría de los productores no están pudiendo vender, porque necesitar terminar la cosecha para saber cuánto rinde obtienen”.
Escuche a Diego González: