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Agricultores argentinos temen que El Niño complique la cosecha de maíz y de soja

Muchas empresas agrícolas del sur de Córdoba, sur de Santa Fe y del oeste de Buenos Aires enfrentan perspectivas complejas por la acumulación de precipitaciones primavero-estivales. Entre sus propietarios hay temor de que se complique la cosecha y la movilización de los granos 2015/16 si continúan las precipitaciones importantes durante febrero y marzo, como pronostican los meteorólogos.

Mosquito fumigando
Mosquito fumigando soja , campo en lavalleja, 20120324 archivo El Pais
Archivo El Pais

La Nación | GDA

Las cuentas son sencillas. "La evapotranspiración de maíz y de soja en febrero suma 180 mm. En marzo, 130. Si en estos dos meses llueven más de 310 mm la situación empeorará y habrá problemas para cosechar y movilizar la producción", adelanta un técnico del sur de santa Fe. En esa zona, por ejemplo, los maíces de primera se compusieron luego de los fríos de septiembre y de octubre y generan perspectivas de altos rindes si se logran cosechar. Los de segunda, sembrados los primeros días de diciembre, también avanzan bien. "Están en floración avanzada y los agricultores monitorean la roya y el tizón, dos enfermedades que pueden comprometer el rinde potencial", observa el profesional. En algunos lotes hubo ataques de gusano cogollero, de difícil control.

En los campos mixtos está complicado el picado de maíces para silo. "Las máquinas se encajan a cada rato por falta de piso y van de un campo al otro", observa el asesor. Y añade: "Un productor tenía 180 hectáreas para ensilar y hasta ahora pudo picar 30, con lo cual le quedó un silo aéreo de medio metro de altura, que no sirve". Frente a eso, muchos optan por el silobolsa.

Las sojas de primera ya están en R5, muy buenas, y pueden rendir 40 quintales por hectárea. Hubo pocos ataques de insectos, con presencia esporádica de oruga bolillera y medidora, y de chinches, pero que sólo causaron entre un 5 y un 10 por ciento de defoliación y no obligaron a tratamientos.

Nuevos seguros.

Ante el riesgo de no cosechar por excesos hídricos se están ofreciendo seguros para falta de piso. La compañía paga si el agricultor no cosecha en determinado tiempo.

El funcionamiento es el siguiente: el productor contrata una póliza por determinados pesos por hectárea y establece una fecha para empezar a cosechar, por ejemplo, soja el 15 de marzo. Si cosecha normalmente, pierde la prima que pagó. Si no cosecha en 60 días luego de la fecha indicada, la compañía paga el 50 por ciento del monto contratado. Luego, el agricultor termina la cosecha cuando puede, con el deterioro propio de la demora. La compañía especula con que el productor prefiere cosechar a cobrar la póliza.

A los propietarios de campos con riesgos de excesos hídricos, un veterano agricultor les aconseja: con tiempo, alistar caminos internos por donde deben pasar tolvas y camiones solucionando problemas de barriales en las tranqueras, alcantarillas rotas, etcétera. También es conveniente programar con el contratista el equipamiento de la cosechadora y de las tolvas para trabajar en una condición extrema. Además, hay que tener preparados los lugares y los equipos por si se necesita embolsar el grano en el campo. Otra precaución sería no tomar muchos compromisos de venta de la producción a fecha fija, por la posibilidad de que no sea posible la entrega del producto.

"Si finalmente el otoño no es tan húmedo como lo pintan, mejor; pero conviene estar preparados", recomienda.

Pablo Mestre
Pablo Mestre

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